Se dispara la venta de sistemas de seguridad en Zaragoza

Ser víctima de un robo no es, desde luego, plato de buen gusto. A la pérdida de objetos de valor ha de sumarse la sensación de inseguridad que genera este tipo de situaciones. Estas razones, unidas al aumento de hurtos en pisos, fincas, garajes y trasteros, han llevado a los zaragozanos a disparar, en los últimos cuatro meses, la demanda de sistemas de seguridad.

Las empresas del sector destacan que se trata de una tendencia «insólita», que se viene apreciando desde noviembre del pasado año. Fue entonces cuando comenzó un notable crecimiento en la contratación de servicios de seguridad que aún no ha cesado, y que algunos empresarios del ramo cuantifican en hasta un 30%.

Entre las medidas que se están tomando, destaca la colocación de una segunda cerradura o cerrojo y el aumento de la colocación de puertas acorazadas en Zaragoza de grado 4 ya que «el 90% de las puertas de Zaragoza se pueden abrir con facilidad, rompiendo únicamente los bombillos de puertas de seguridad«.

Curiosamente, también existe una predisposición inversa ya que, tal y como explica Sonia Justo, una de las responsables de la cerrajería Hermanos Justo, «hay quien cree que poner una nueva cerradura puede llamar la atención del ladrón», quien pensaría que la casa esconde un importante botín.

Según recoge la memoria anual publicada el pasado mes de septiembre por la Fiscalía General del Estado, los robos en viviendas y locales abiertos al público en Aragón aumentaron en más de un 21% en las tres provincias. Esta subida «destaca negativamente, teniendo en cuenta la gravedad y la alarma social que producen estos hechos, que en ocasiones son el resultado de la actividad de grupos organizados que se dedican a desvalijar viviendas, centros oficiales y establecimientos de ocio y hostelería», explica el informe específico de la fiscalía aragonesa.

Según subrayan fuentes policiales, el modus operandi de las bandas consiste en asediar durante unos días una zona concreta de la ciudad para, a continuación, desplazarse a otra y repetir el proceso.

Otro fenómeno que detectan los proveedores de sistemas de seguridad es el rápido contagio del pánico dentro de las comunidades de vecinos en las que una vivienda ha sido asaltada. «El robo a un vecino enciende la luz de alarma en toda la escalera», explica Sonia Justo.

Armas de autodefensa en Aragón

En Aragón hay registradas un total de 119.007 armas reglamentadas, según los datos que maneja la Guardia Civil, encargada del control y la expedición de las 74.778 licencias necesarias que hay Comunidad para poseerlas.

Un total de 246 son pistolas o revólveres que están en manos de particulares por motivos de autodefensa, aunque tres de ellas se encuentran en depósito pendientes de la renovación de la licencia necesaria para poseerlas.

Habitaciones del pánico

Suena a ciencia-ficción, pero la realidad refleja que el término ‘habitación del pánico’ no es ajeno a la sociedad española. No en vano, este tipo de instalaciones están creciendo desde el año 2008. Este sistema de seguridad llegó a la Península Ibérica procedente de Estados Unidos, donde lleva funcionando desde hace décadas, recogiendo el testigo de los refugios nucleares.

Fuente Heraldo de Aragón

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